La fruta «de la eterna juventud»

719
Tempo di lettura: 3 minuti

Un estudiante colombiano logra el primer premio regional «Jóvenes y economía verde». También han sido premiados un proyecto para promover una comunidad ecológica en Guatemala y una iniciativa de ecoturismo en un bosque de Perú. Los premios, anunciados en la reunión regional de la red juvenil Tunza, permitirán impulsar el desarrollo de estos proyectos de economía verde

Es posible que no otorgue la eterna juventud (aunque algunos así lo crean), pero el chachafruto ha brindado la oportunidad a Rafael Iván Riveros Barragán de lograr un sueño mucho más palpable: el desarrollo sostenible de su comunidad. Con su proyecto, este estudiante colombiano de Ingeniería Agronómica ha obtenido el primer premio del concurso regional  “Jóvenes y Economía Verde”, organizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), con el apoyo financiero de la compañía Bayer. El premio, de 8.000 dólares, estará destinado a  impulsar la implementación de su proyecto que promueve la transición hacia una  economía verde.

Economía verde

La economía verde es un sistema de actividades económicas relacionadas con la producción, distribución y consumo de bienes y servicios que, a largo plazo, permite mejorar el bienestar humano y reducir las desigualdades, al tiempo que evita la exposición de las generaciones futuras a riesgos ambientales significativos y  carencias ecológicas.

En una economía verde, el aumento de los ingresos y la creación de empleos deben derivarse de inversiones destinadas a reducir las emisiones de carbono y la contaminación, a promover la eficiencia en el uso de los recursos, así como patrones de producción y consumo sostenibles, a proteger la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas, y a favorecer la inclusión social.

Chachafruto para el desarrollo

El proyecto presentado por Rafael Iván Riveros encaja en este planteamiento. El ganador forma parte de un grupo de jóvenes investigadores que trabajan en la recuperación, preservación y aprovechamiento sostenible  de las microcuencas El Gallinazo y La Peñoza, en Colombia. Han creado la Asociación de Agricultores y Chachafruteros (AGROCHAC), para instalar una agroindustria procesadora de “chachafritas” (fritura) y harinas para consumo humano y animal a partir del chachafruto (Erythrina-Edulis).

Rafael Iván Riveros destacó que su cultivo y aprovechamiento ofrecen altos niveles de productividad y transformación. El proyecto apuesta además por una serie de objetivos paralelos: recuperar forestalmente la biodiversidad de las microcuencas, generar empleo, mejorar el poder adquisitivo y la calidad de vida de la comunidad y, mediante la comercialización  de sus productos, lograr la sostenibilidad del proyecto a largo plazo.

Los ganadores, anunciados en la reunión regional de Tunza. Los proyectos ganadores se dieron a conocer hoy en la Reunión Regional de la red juvenil Tunza para América Latina y el Caribe, celebrada en Bogotá, Colombia, y organizada por el PNUMA con el apoyo financiero de Bayer. El encuentro  contó con la participación de 21 jóvenes de 15 países de la región.

Segundo premio: comunidad ecológica en Guatemala

El segundo premio, de 7.000 dólares, correspondió al proyecto presentado por  Pablo Víctor Toc Sic. Este joven guatemalteco pertenece a la organización Xeiprojuve, que trata de crear una comunidad ecológica en el cantón Paxtocá, cuidando y aprovechando los recursos naturales para promover el desarrollo comunitario a través de microempresas ecológicas. Su iniciativa se centra en cuatro frentes: manejo integral de desechos sólidos, manejo integral de bosques,  producción y consumo de productos orgánicos, e instalaciones turísticas ecológicas (p.ej., un parque para circuitos ecológicos).

Tercer premio: ecoturismo en el bosque Japaní

El proyecto seleccionado para el tercer premio, de 5.000 dólares, fue presentado por la joven peruana Rita Patricia Casaverde Fortón. El protagonista del proyecto es un bosque  relicto de Polylepis, un ecosistema endémico de los Andes que alberga una gran diversidad de flora y fauna.

En uno de estos bosques, llamado Japaní, en la sierra de Lima, se encuentra ubicada la comunidad de Carampoma. La iniciativa premiada pretende incentivar a los jóvenes y al resto de la comunidad para, a través del ecoturismo y el manejo del recurso forestal, mejorar sus ingresos y su calidad de vida, contribuyendo a la conservación del bosque. De esta manera, se estaría combatiendo la principal amenaza, la tala ilegal.

Son solo tres de las decenas de proyectos, en distintas fases de ejecución, presentados al concurso de “Jóvenes y economía verde”, que demuestran que hay jóvenes en América Latina y el Caribe que pueden liderar, desde sus distintos ámbitos y realidades,  una transformación hacia un desarrollo más sostenible.

(Fonte Pnuma, notizia segnalata da Judith del Valle Musso Quintero)