Los presupuestos generales del Estado y las renovables

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La elevada dependencia energética de España es un gravísimo error para la economía española. Los amantes de las energías renovables parecen ser los únicos que son conscientes de ello. Los Presupuestos Generales del Estado para 2013 lo ratifica

En el ministerio impera el desorden, con decisiones como el parón de las renovables, la chapuza de la prórroga de Garoña, la eliminación del IDAE y de los fondos para el ahorro y la eficiencia energética o la reciente Ley de medidas fiscales en materia medioambiental y sostenibilidad energética; por cierto, una ley que objetivo medioambiental no tiene ninguno, puesto que los principales perjudicados son las tecnologías fotovoltaicas, la tecnología solar termoeléctrica, junto con la cogeneración, que no podrán traspasar a precios la totalidad de sus impuestos.

Se trata de un desorden, muy coherente con los postulados ideológicos de FAES y a favor de los intereses del oligopolio eléctrico español, pero que perjudica claramente a la economía española y al interés general. España lo que necesita, es más política energética para ganar independencia energética, para ahorrar más y contaminar menos, para que los ciudadanos no pierdan poder adquisitivo, y también para que nuestras empresas ganen en competitividad y podamos converger con Europa, que apuesta por una economía verde, justo lo contrario de lo que hace el Gobierno del Partido Popular, que tiene como única obsesión hacer desaparecer el ahorro de energía y las energías renovables del sistema eléctrico.

En un contexto de continúo encarecimiento de los costes la energía, el gobierno ha decidido desmantelar cualquier tipo de política energética, dejando prácticamente sin recursos los programas que permiten controlar este sector estratégico para la economía. La partida para desarrollo energético ha disminuido en un 95% respecto a los PGE de 2011 y se marginan las políticas de Ahorro y Eficiencia energética como alternativa para la sostenibilidad. El desarrollo energético pasa a ser la última política del Ministerio de Industria muy por detrás en inversiones del apoyo al sector del carbón y de las políticas dirigidas a la energía nuclear.

España es un estado muy vulnerable en cuestiones energéticas si seguimos apostando por los combustibles fósiles y fuentes de energía que no son autóctonas, ya que nos hacen extremadamente dependientes, aumentan las emisiones y tienen impacto en la seguridad y en el medio ambiente. El Gobierno está abandonando el impulso de las energías renovables que son la única garantía de abastecimiento de energía en el futuro y del que España puede ser pionera por contar con un entorno favorable y con la tecnología adecuada. La penalización al sector de las renovables está hipotecando el futuro energético, conlleva el incumplimiento de directivas europeas y está destruyendo miles de puestos de trabajo creados en los últimos años en la economía verde.

El próximo año nuestra economía seguirá inmersa en una profunda recesión y destruyendo empleo. Buena parte de este contexto se debe a la política de recortes que esta aplicando el Ministerio de Industria, Energía y Turismo sobre la industria y el turismo, así como la decisión de frenar el desarrollo de las energías renovables.

Los presupuestos de la sección 20 de los Presupuestos Generales del Estado debilitan fuertemente programas fundamentales para la competitividad y sostenibilidad de la economía española y profundizan notablemente los principales problemas de nuestro tejido productivo.

El presupuesto del Ministerio de Industria, Energía y Turismo asciende a 2.952,57 millones de euros, con una disminución de 799,66 millones respecto al ejercicio 2012, un 21,3% en términos homogéneos frente al recorte de 8,9% de la media del conjunto de los ministerios.